La fascitis plantar y los espolones calcáneos son dos condiciones distintas, pero íntimamente conectadas, que generan un dolor crónico o intermitente en tus pies y talones. Al conocer la diferencia entre fascitis plantar y espolones calcáneos, y como están relacionadas ambas patologías, podrás determinar cuál padeces, aplicar el tratamiento adecuado y reducir los síntomas de dolor y disconfort. Saber es poder cuando hablamos de hacer frente, tratar y vencer el dolor en tus pies y talones.
Lee el siguiente artículo para armarte de conocimiento y recuperar la comodidad en tus pies.
¿Cuál es la diferencia entre fascitis plantar y espolón calcáneo?
La principal diferencia entre la fascitis plantar y los espolones calcáneos es la fuente del dolor. El dolor de la fascitis plantar se refleja principalmente en el arco plantar y el talón, debido al daño o sobreuso del ligamento de la fascia plantar. Mientras que los espolones calcáneos son depósitos de calcio en el hueso del talón (calcáneo), desarrollados como respuesta a un daño en la fascia plantar, localizándose el dolor exclusivamente en el talón.
Causas de Espolones Calcáneos vs Fascitis Plantar
Piensa que los espolones calcáneos y la fascitis plantar son dos caras de la misma moneda. La fascitis plantar es causada por estrés y daño en el ligamento de la fascia plantar, el área entre la bola del pie (base donde los dedos se unen al resto del pie) y el talón. Dicho estrés puede ser originado por soportar un peso extra, llevar calzado no adecuado o falto de apoyo, daño por traumatismo o por pasar muchas horas de pie. Los espolones calcáneos son un resultado secundario de la fascitis plantar. Cuando el ligamento de la fascia plantar se daña, el cuerpo genera lo que conocemos como espolones calcáneos (pequeños depósitos puntiagudos de calcio en el hueso calcáneo) en un intento de servir de apoyo a la fascia dañada. Desafortunadamente, si los espolones calcáneos no se tratan pueden generar un daño adicional y erosionar la almohadilla grasa que sirve de soporte al talón y crear un daño permanente en el pie.
Síntomas de Espolones Calcáneos vs Fascitis Plantar
La forma más sencilla para describir los espolones calcáneos es una sensación punzante en el talón o talones. Lo cual tiene todo el sentido, porque eso es exactamente lo que ocurre. Los depósitos puntiagudos de calcio que se crean en el hueso calcáneo pinchan literalmente en la almohadilla grasa del talón. Notarás que el dolor es peor por la mañana al levantarte, y puede ir y venir a lo largo del día.
Por otra parte, la fascitis plantar viene acompañada de un rango de síntomas más amplio, localizados en el área del pie y el talón. Los síntomas de la fascitis plantar se pueden presentar antes de que sientas la sensación punzante del espolón calcáneo. Si la fascitis plantar, fruto de una fascia dañada, no se trata, es una causa primaria para el desarrollo de los espolones calcáneos. Los síntomas de la fascitis plantar incluyen enrojecimiento, hinchazón e inflamación en el talón y la fascia (el área entre la bola del pie y el talón). Lo más probable es que experimentes un dolor puntiagudo que es peor en la mañana y que puede mejorar a lo largo del día, una vez que la fascia se va estirando. El dolor en forma de ardor en el talón es la principal seña de identidad de la fascitis plantar.
Tratamientos de Espolones Calcáneos vs Fascitis Plantar
Tratar la fascitis plantar (que puede ser el desencadenante de espolones calcáneos si no se trata) de forma rápida es clave para evitar cualquier daño adicional. Dale a tus pies un descanso a lo largo del día si pasas mucho tiempo de pie, y rebaja tu rutina de ejercicios de impacto si es necesario. También es importante que apliques frío en la planta del pie para reducir la inflamación (esta banda de frío y compresión para el pie, no gotea y permanece en su sitio gracias a los cierres con velcro, ofreciendo un alivio localizado para la inflamación).
Para combatir la fascitis plantar y espolón calcáneo es crítico llevar calzado que tenga una plantilla que ofrezca amortiguación y no esté gastada en el talón. También es importante mantener un peso saludable para evitar ejercer una presión adicional sobre la fascia plantar y el talón. Una de las mejores formas para tratar ambos patologías, fascitis plantar y espolón calcáneo, es utilizar órtesis plantares que se adapten a tu calzado de siempre. Son extremadamente efectivas al reducir o eliminar el dolor en un 90% de los clientes, y son una gran alternativa a los caros zapatos ortopédicos y más drásticamente (y típicamente innecesario) de una operación quirúrgica. Padecer de una patología puede sonar intimidatorio y hacer que te sientas aún peor. Pero tras conocer la diferencia entre espolones calcáneos y fascitis plantar y con un poco de prevención y tomando las medidas adecuadas te sentirás mucho mejor en poco tiempo.
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11 Comentarios
Muy importante información , me ha servido para saber cuál es mi problema