Se estima que un adulto medio da entre 5.000 y 10.000 pasos al día. La peor parte de esta actividad se la llevan los huesos, músculos y ligamentos del pie. Los pies sanos tienen ligamentos fuertes y excepcionalmente flexibles, diseñados para sostenernos al estar de pie, caminar y correr. La Fascitis Plantar se define como la inflamación o daño en uno de los ligamentos más importantes del pie, la fascia plantar.

El ligamento de la fascia plantar se localiza a lo largo de toda la planta de tu pie. Está hecho de un tejido fibroso, como una banda elástica fuerte, que estira hacia fuera el hueso del talón, para luego bifurcarse en el arco plantar hacia la base de los dedos del pie.

Este ligamento está diseñado para soportar la actividad diaria de apoyo, pero en el caso de sufrir Fascitis Plantar, la fascia plantar se elonga y mueve en exceso, resultando en pequeños desgarros en el tejido. Estos desgarros crean una condición de inflamación. Adicionalmente, depósitos de calcio, llamados espolones óseos, se puede formar en el hueso del talón. Estas protrusiones óseas, puntiagudas o rugosas, presionan la almohadilla grasa de tu talón con cada paso que das, causando más dolor.

El término Fascitis Plantar se traduce literalmente como inflamación del pie. Es una condición progresiva. Si permanece sin tratarse, la combinación de un movimiento excesivo del ligamento, pequeños desgarros y posibles depósitos de calcio pueden convertirse en debilitante para quien lo padece. Afortunadamente existen excelentes opciones naturales para solucionar el dolor de esta enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas de la Fascitis Plantar?

Si estás preocupado por si puedes haber desarrollado este síndrome, revisa esta lista de síntomas para ver si coinciden con lo que experimentas:

• Dolor punzante o quemazón en la planta de tu pie, frecuentemente centrado en la zona del talón.
• Dolor en el pie tan pronto como te levantas de la cama o cuando llevas sentado prolongados periodos de tiempo.
• Dolor que puede disminuir eventualmente después de que has estado un rato de pie, para regresar más tarde.
• Dolor súbito en el talón o dolor que incremente gradualmente.
• Dolor en el pie que ha durado más de unos pocos días, o que lo llevas experimentando periódicamente durante el transcurso de meses o años.
• Dolor en un solo pie, aunque también es posible tener Fascitis Plantar en ambos pies.
• Inflamación, rojez o sensación de calor en el área del talón.
• Cojera.

¿Quién está en riesgo de desarrollar Fascitis Plantar?

La Fascitis Plantar es la causa principal de dolor en el talón. La condición afecta tanto a niños como adultos. Los niños suelen dejar atrás el problema cuando crecen, pero los adultos pueden experimentar síntomas recurrentes a lo largo de meses o años. El síndrome afecta tanto a individuos activos como sedentarios. 

La Fascitis Plantar resulta de la combinación de varias causas, incluyendo:

• Pronación; una condición en la que la fascia plantar no transfiere el peso uniformemente del talón a los metatarsianos (bola del pie) cuando caminas.
• Sobreuso del pie sin periodos adecuados de descanso.
• Arcos altos, pies planos o tensión en el tendón de Aquiles en la parte trasera del talón.
• Obesidad.
• Condiciones laborales que implican estar muchas horas de pie o levantar pesos pesados.
• Calzado desgastado o que no entalla adecuadamente.
• El proceso normal de envejecimiento, que puede resultar en una pérdida de elasticidad de los tejidos blandos.
• Traumatismo en el pie, como puede ser una caída o un accidente de tráfico.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento para la Fascitis Plantar?

Puede que te preocupe leer sobre las opciones de tratamiento para esta condición, que incluyen tomar fármacos, inyecciones o pasar por el quirófano. Mientras que estas terapias pueden ser necesarias en algunos casos, hay otros métodos naturales, no invasivos y asequibles para tratar y curar la Fascitis Plantar. Una aproximación simple, en tres pasos, puede ser todo lo que necesitas para experimentar un alivio rápido de los síntomas.

Paso 1) Dale un descanso a tus pies

Cuando un ligamento está estresado e inflamado, es imprescindible quitar presión y dejarlo descansar. Ajusta tus hábitos diarios para pasar algo de tiempo cada día descansando tus pies.

Paso 2) El hielo proporciona alivio

Aplica una bolsa de hielo o una tobillera de frío en tu talón durante veinte minutos un par de veces al día. Esto anestesiará el dolor y ayudará a controlar la inflamación.

Paso 3) Apóyese en órtesis

Las órtesis son dispositivos diseñados para modificar la movilidad corporal o disminuir la presión en áreas del cuerpo. En el caso de las órtesis plantares, estos productos pueden incluir tobilleras, férulas o insertos para calzado.

Las plantillas para Fascitis Plantar Soul Insole están probadas clínicamente para proporcionar un alivio rápido del dolor, Garantizado

Varios años de investigación han culminado en el diseño de un producto seguro y duradero que ha ayudado a miles de personas que sufrían de dolor en el talón, fascitis plantar y espolón calcáneo. La mayoría de la gente experimenta un alivio significativo dentro de los 8 primeros días de utilizar estas órtesis increíblemente efectivas.

Las Plantillas para Fascitis Plantar Soul Insole aportan una capa extra para proteger la almohadilla grasa de tu talón y aplicar acupresión terapéutica en la planta del pie, reduciendo el estrés de manera inmediata en el hueso y el ligamento, de manera que el talón se puede empezar a recuperar de forma natural. El diseño inteligente de estos insertos ofrece una combinación única de un alivio rápido del dolor y un apoyo para la curación a largo plazo de tus pies.

En tu búsqueda para una solución a tu dolor de talón, encontrarás otras órtesis que cuestan cientos de euros. Por aproximadamente el precio de una cena en un restaurante, las Plantillas para Fascitis Plantar Soul Insole se ajustan a la mayoría de presupuestos, y podrás volver a estar de pie, caminar y correr todos los días, sin dolor.